El mercado del cerdo
Ha sido empezar agosto y, de forma hasta cierto punto inesperada, empezar a bajar el cerdo en toda la UE. El detonante ha sido Alemania que, aprovechando la menor
demanda cárnica que siempre hay allí por las vacaciones, ha forzado una fuerte ajada del cerdo. Sí que es verdad que esta se ha ido intercalando después con repeticiones,
pero al final el descenso acumulado en este mes se ha ido al -8%. Aún con menos cerdos que nunca, la debilidad del consumo de carne ha reducido las necesidades de cerdos
de los mataderos alemanes y ha llevado al retroceso del cerdo vivo. De forma inmediata y con más o menos intensidad según países, el cerdo ha bajado en prácticamente
toda Europa, poniendo de manifiesto que no se trataba tanto del balance entre oferta y demanda de vivo (hay menos cerdos en todos los países, por ser verano y por el
descenso de censos) sino que el foco de las decisiones estaba en la insostenible situación del mercado de la carne, incapaz de mantener precios y sufriendo por pérdida de
consumo interior y de exportación a terceros países. Simplemente, el precio del cerdo era demasiado alto y esto mismo ha hecho que se anticipara el inicio de su tendencia
bajista estacional.