Presión de la oferta
El mes de mayo se ha llevado lo más duro de la crisis del coronavirus en lo que atañe al mercado del cerdo vivo europeo. A la ralentización de la matanza provocada por la pandemia (medidas laborables de prevención y bajas por enfermedad) se le han unido la pérdida de días de matanza por Semana Santa y el Primero de Mayo, que han dejado tras de sí numerosos retrasos en las salidas, la incapacidad del consumo en los hogares para compensar el cierre del canal HORECA y la presión bajista que los importadores chinos han impuesto en el origen europeo, tanto en tonelajes como, sobre todo, en precios. Ello ha extendido la presión bajista sobre los precios europeos del cerdo, ya que los mataderos, con un ritmo de matanza inferior a lo normal, no podían absorber tan rápido como otros años esos retrasos, y los ganaderos, trabajando con unos pesos altos todo el año, han visto cómo les subían todavía más ante la pérdida de matanza. A su vez, los descensos más amplios del precio del cerdo han llevado a que los ganaderos pusieran también más cerdos a la venta, para evitar su depreciación a la semana siguiente, con lo que el mercado del cerdo ha atravesado mayo con una oferta superior a la demanda. Solo hacia finales de mes los mercados han vuelto a dar señales de equilibrio y, sobre todo, se ha visto una voluntad más decidida por parte de los mataderos alemanes de estabilizar el mercado del vivo para poder defender precios de la carne en su negociación con la gran distribución comercial. La ventaja es que se va ahora hacia un período del año en el que la oferta en vivo, estacionalmente, va siempre a menos: otra cosa hubiera sido que todas estas perturbaciones y cierres se hubieran dado de cara al otoño, cuando la oferta de cerdos siempre aumenta.
En España, la cotización del cerdo ha retrocedido un -9% durante mayo, una amplitud de descenso similar a la registrada en Dinamarca y solo superada por Italia (-15%), que vive una situación crítica a causa de la concentración de la epidemia en el norte del país, donde se concentra también toda la industria cárnica. En Alemania, el descenso mensual se ha limitado al -5%, pero básicamente porque a finales de mes el precio subió, intentando detener la espiral bajista en que habían entrado cerdo y carne de cerdo, mientras que en Francia el cerdo ha bajado un -6%, presionado cada semana por la acumulación de festivos que hay en este país en mayo pero estabilizado ya hacia final de mes.