La clave es la capacidad de matanza
Descensos generalizados de las cotizaciones del cerdo en toda Europa, que han sido más fuertes porcentualmente donde los precios estaban todavía más altos (España y Francia) y donde ha habido más problemas de exportación (Dinamarca) o de absorción de la oferta en vivo (Países Bajos y Bélgica), mientras que en Alemania el descenso ha sido más limitado porque ya estaba en niveles muy bajos. A la recuperación estacional de la oferta de cerdos se le ha sumado el colapso de los mercados del vivo en todo el norte de la UE, por limitación de la capacidad de matanza por la covid-19 y el hundimiento de los flujos comerciales habituales en esa zona (de lechones holandeses y de cerdos belgas hacia Alemania). Todo ello, en un contexto de depreciación del mercado de la carne, lo que presionado sobre los mercados del vivo.
En España, la cotización del cerdo ha caído un -12% pero, aún con ello, sigue por encima de sus homólogos europeos. La principal razón es que ni hay problemas de capacidad de matanza aquí ni la exportación está cerrada. Al revés, durante todo octubre y noviembre la matanza ha marcado nuevos récords históricos, apoyada sobre todo en la sostenida demanda para exportar a China.